Las redes sociales encarnan un océano inabarcable en el que muchos llegan a puerto (encuentran empleo) y otros tantos naufragan (lo pierden). Nunca se vio a tantos Toms Hanks oxigenados por el sol y recluidos en su isla tras haberse topado con una tormenta que no preveían: una foto inapropiada colgada por un amigo (pronto examigo) en Facebook, unas palabritas comprometedoras en Twitter, un inocente comentario en un blog o en un medio digital…
Y abracadabra, te llega un despido fulminante o, simplemente, te descartan para un posible empleo. Uno de los primeros en probar las virtudes de las redes fue el guionista de los discursos de Barack Obama, Jonathan Favreau, cuya metedura de pata (una burla a Hillary Clinton inmortalizada en el invento de Zuckerberg) trascendió a los medios de medio mundo, pero no caló en su jefe que optó por no apearlo de sus filas dado el talento del muchacho con las palabras. Aunque Favreau escapó al despido, no todos salen ilesos de una foto desafortunada. De hecho, en los últimos meses han amanecido empresas cuyo único cometido es rastrear las meteduras de pata (o no) de los candidatos a un puesto y contarles a los responsables de recursos humanos qué tal anda la reputación social de los aspirantes. Por supuesto, Internet también es un foro perfecto para que los profesionales muestren sus virguerías. ¿Eres ilustrador? Bien, veámoslo. ¿Eres redactor? Bien, “tuitea”, “feisbuquea” y “postea” mucho en tu blog. Si eres bueno, te encontrarán. Incluso si aspiras a publicar un libro, Internet puede convertirse en tu hada madrina en el caso de que las negativas editoriales sean multitud. Así le sucedió a un conocido experto en redes sociales a quien una serie de tweets le llevó a contactar al responsable de una editorial. Dicha relación cristalizó en la firma de diversos contratos para sus primeros libros.
A los amantes de las estadísticas les referimos unos números y es que según un análisis llevado a cabo por Career Enlightenment: un 92% de seleccionadores utilizaron o consideraron utilizar las redes sociales para seleccionar candidatos durante el año pasado. Además, en lo que va de año 14,4 millones de personas han recurrido a las redes sociales para encontrar su último trabajo.
Si es que las redes sociales se erigen en el mejor agente “buscaempleo” que puedas tener o una bomba lapa acoplada a tu currículum en cuanto lo presentas en la empresa de tus amores. Así que vigila tu retaguardia social…